En verano, lo imprescindible que nadie puede faltar: el sol. Entonces sí, el sol es bueno: síntesis de vitamina D, nos da buen ánimo, nos permite tener una tez bonita y tiende a reducir la aparición de acné e imperfecciones; dando la sensación de que el sol es LA solución milagrosa... ¡Pero hay un pero! ¡Cuidado con el efecto rebote!
En este artículo, hacemos zoom sobre uno de los problemas del sol en el rostro: el acné .
¿Cómo afecta el sol a las células de nuestra piel?
La exposición al sol y en particular a la radiación UV tenderá a resecar tu piel, que será más sensible a las agresiones externas y por tanto, aquí, a las radiaciones.
Aparecerá un fenómeno de engrosamiento de la piel: es un fenómeno natural de protección para luchar contra la radiación UV y evitar que alcance las células de la capa basal (profunda).
Ahora bien, quien dice piel gruesa, dice piel menos flexible, que se siente tirante y se reseca. Las glándulas sebáceas, por reflejo, producirán más sebo para nutrir la piel que sufre. Los poros comenzarán a obstruirse y se acumulará sebo.
Además de este mecanismo, las altas temperaturas acentuarán el fenómeno de la transpiración en el cuerpo pero también en la cara y crearán un clima propicio para el desarrollo de las bacterias responsables del acné.
Sin embargo, al final del verano, cuando la piel ha recuperado su grosor inicial, las espinillas y los comedones resurgen.
¿Cuáles son los reflejos a adoptar para conservar mi piel?
¡Será importante que te frotes la cara una vez a la semana ! Ojo, aquí el objetivo no será agredir tu piel; debe preferirse una exfoliación suave para no sobreestimularla y provocar el efecto contrario. Este exfoliante acelerará la renovación celular y por lo tanto limitará el engrosamiento de tu piel y la obstrucción de tus poros. La exfoliación no debe realizarse justo antes de la exposición solar, ya que la piel necesitará tiempo para regenerarse. Así que prefiere un exfoliante por la noche .
No dudes en beber mucho para eliminar toxinas y en comer frutas y verduras ricas en antioxidantes.
Hidrata bien tu piel por la noche con una crema/suero.
También será fundamental una protección solar adaptada a tu tipo de piel. No tenga miedo de que los productos contenidos en los protectores solares acentúen su acné, ya que existen protectores solares especialmente diseñados para pieles propensas al acné.
Por último, recuerda que cualquier aplicación de protección solar debe renovarse cada 2 horas.
Esperamos que este artículo te dé todas las claves para pasar un verano tranquilo.