Si mucha gente tiene cuidado de ponerse protector solar en verano, el reflejo en invierno no es tan evidente y los protectores solares también están mucho menos destacados en las tiendas en esta época.
Entonces, ¿qué deberías hacer realmente esta temporada? Este artículo está aquí para responder a esa pregunta.
¿Qué es la luz ultravioleta?
La radiación solar se compone principalmente de cinco rayos :
infrarrojo
luz visible
Ultravioleta
Rayos X
Rayos gamma
Sin embargo, la radiación UV es peligrosa para nuestro cuerpo y puede ser emitida tanto por el sol como por fuentes artificiales como una lámpara de bronceado.
Son completamente invisibles al ojo humano y no proporcionan ninguna sensación de calor. La radiación infrarroja es responsable de esto.
Hay dos tipos de radiación UV: UVA y UVB . Los rayos UVA son poco filtrados por la atmósfera y representan el 95% de los rayos UV, mientras que los rayos UVB se filtran mejor.
Sin embargo, ambos presentan riesgos nocivos para la salud al acelerar el envejecimiento de la piel, provocando quemaduras solares, hiperpigmentación e incluso cáncer de piel.
¿Y en invierno?
En invierno, los rayos UVB, responsables de las quemaduras solares , disminuyen, lo que explica la marcada disminución de las quemaduras solares, ¡pero los rayos UVA siguen presentes! Aunque no queman tanto como los rayos UVB, son los responsables del envejecimiento de la piel con deterioro progresivo y aparición de manchas marrones .
En invierno nuestra piel es mucho más frágil ya que se ha desacostumbrado a la intensidad de los rayos y ha perdido el bronceado. Además, el frío enmascara la sensación de calor que el sol le da a nuestra piel y es una auténtica trampa para las quemaduras. La nariz, el cuello, la oreja son particularmente los objetivos en este momento.
Pensamos, erróneamente, que la presencia de nubes en invierno filtra por completo el paso de los rayos UV. Un cielo nublado, por ejemplo, dejará pasar del 90 al 95% de los rayos UV . Este porcentaje varía según el espesor de las nubes: un cielo muy nuboso, oscuro y tormentoso no dejará pasar la radiación.
Cuanto mayor sea la altitud, menos radiación ultravioleta absorberá la atmósfera. Por cada 1000 m de elevación, la intensidad de los rayos UV aumenta un 10 %.
L’herbe, l’eau ou encore le sol ne reflètent que moins de 10% des UV. La neige va doubler l’exposition que peut avoir une personne.
También debe recordar proteger sus ojos, que son particularmente sensibles a este fenómeno. De hecho, la radiación infrarroja (responsable de la sensación de calor), puede quemar los párpados, resecar la córnea y ser responsable de la vista cansada.
¿Cómo protegerse de los rayos UV en invierno y en la montaña?
En la montaña, la protección solar es fundamental y se debe aplicar de 2 a 3 veces al día. Se debe aplicar un mínimo de SPF 30 para garantizar una protección adecuada. Piensa bien en el bálsamo labial con protección solar incluida para evitar agresiones a esta parte del cuerpo tantas veces olvidada.
Además, las gafas de sol o de esquí serán imprescindibles para proteger tus ojos. Asegúrate de que las gafas tengan el marcado CE con categoría de protección 3 o 4.